viernes, 28 de marzo de 2008

Clase presencial N2

Tres Casos
Escuela…….
Profesora: Isabel B. Martínez Estay


TRES CASOS
(Extraídos de Monereo, C. et al (1997) Estrategias de enseñanza y aprendizaje.
Formación del profesorado y aplicación en la escuela. Ed. Grao. Barcelona)



ESCUELA A

El profesor pretende que los estudiantes realicen el plano de la sala de clases; para ello, primero les enseña cómo puede hacerse un plano parecido: el del patio de recreo. Delante de los estudiantes dibuja un rectángulo (“ésta es la forma del patio”, dice) y explica que utilizará unos símbolos para representar todos sus elementos. Después de situar los símbolos en su lugar sugiere a sus estudiantes que ellos hagan el plano la sala de clases de la misma manera. “Se trata -les dice- de que hagan lo mismo que he hecho yo, pero con la sala de clases. Vamos a realizar el plano de nuestra sala. Recuerden todo lo que acabo de hacer, y no olviden que “hay que utilizar los símbolos que representan las ventanas, mesas, sillas, armarios y demás materiales del aula”, y reparte a sus estudiantes unas hojas cuadriculadas en las que ellos realizan el plano.



ESCUELA B

Nos encontramos con una profesora que pretende que sus estudiantes aprendan a realizar el plano de la sala de clases teniendo en cuenta la necesidad de representar simbólicamente los diferentes elementos de ésta y considerando las proporciones del plano. Antes de empezar sugiere a sus estudiantes que hagan un listado de todos los elementos que debe contener el plano. “Vamos a hacer el plano de la sala de clases; primero anotaremos todos los elementos que debemos incluir en este plano”.

Una vez completado este listado, se discute entre todo el curso cómo deben representarse estos elementos; la profesora especifica los criterios que hay que tener en cuenta: “los símbolos deben ser simples, representativos, y de fácil interpretación”. Durante diez o doce minutos, los estudiantes piensan en posibles símbolos que cumplan los criterios comentados para representar los elementos
que debe contener el plano. Se representan las diferentes propuestas y, después de analizar su pertinencia con cada uno de los tres criterios que debían respetar, se escogen los símbolos que parecen más adecuados.

“También hay que pensar en cómo calcular las medidas de nuestro plano” comenta a continuación la profesora. Para facilitar esta cuestión y respetar la proporción con las medidas reales, les propone entonces la posibilidad de utilizar dos procedimientos diferentes: “podemos medir la sala y sus elementos en cuartas y después, en papel, cada cuarta será un centímetro de nuestra regla”. Para asegurarse de que entienden cómo hacerlo, ella misma les pone un ejemplo de cómo utilizar este procedimiento dibujando y midiendo una ventana en la pizarra. “El otro procedimiento puede consistir en imaginar unas medidas para la clase y para los elementos que hay en ella y poner en el plano estas medidas” Y añade “¡Pero deben tener cuidado, no vale cualquier medida que imaginen! Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que una ventana de nuestra clase es más pequeña que la pizarra y que el armario debe resultar mayor que las mesas ¿de acuerdo?”

A continuación proporciona una nueva explicación del ejemplo, ilustrando cómo deben respetarse estas proporciones, y dibuja en la pizarra dos mesas: una del mismo tamaño que el armario y otra mucho más pequeña. “Ahora ya pueden hacer el plano de nuestra sala de clases” sugiere la profesora.

Para realizar el plano, los estudiantes escogen el procedimiento que les parece más adecuado y utilizan los símbolos que ya se han discutido anteriormente. Cuando todos los estudiantes han finalizado el trabajo se comparan los diferentes planos, analizando si uno de los dos procedimientos de medida es más adecuado que el otro y porqué.



ESCUELA C

La profesora también quiere que sus estudiantes realicen el plano de la sala de clases, pero además pretende que analicen cuáles son las variables que hay que tener en cuenta a la hora de realizarlo y decidan, después de un espacio de reflexión, cuál es la mejor forma de realizar dicho plano y por qué. Para conseguirlo, antes de empezar la actividad, facilita a sus estudiantes algunos ejemplos de planos diferentes: un plano de un comedor, a color, extraído de una revista de decoración, en el que se detallan todos los muebles y elementos decorativos; un plano de una vivienda realizado por un arquitecto, en blanco y negro, con abundantes símbolos, hecho a escala; y por últimos el plano de una sala de clases dibujado por un estudiante de la misma edad, el año anterior.

“Vamos a fijarnos en estos tres planos”, les pide. “Quiero que piensen para qué sirve cada unos de ellos, cuál es su finalidad”.

Una vez acordada la finalidad, el objetivo que persigue cada uno de los diferentes planos, la profesora sugieres a sus estudiantes que analicen en que aspectos se parecen y en cuáles son diferentes. Cada aspecto comentado no sólo es anotado, sino que es analizado en relación a la finalidad del plano, tal como se aprecia en las reflexiones siguientes que la profesora introduce en la discusión.

“¡Si, tienen razón! En el comedor los objetos están dibujados y no se presentan con símbolos como en el plano de la vivienda. ¿Por qué les parece que sea así? ¿Qué pasaría si se hubiesen utilizado símbolos y además en blanco y negro? ¿Para qué sirve este plano? ¿Cuál piensan ustedes qué es su finalidad? ¿Tienen alguna relación los dibujos utilizados con esta finalidad?”

Este tipo de reflexiones se hacen extensivas a aquellos aspectos que la profesora considera que sus estudiantes deben aprender en el proceso de realización de un plano, como la necesidad de escoger una forma de representar los diferentes elementos, los criterios a que deben atenerse estas representaciones y la necesidad de mantener las proporciones entre las medidas del plano y las medidas reales.

“Vamos a hacer el plano de nuestra sala de clases para explicar después a nuestros padres dónde estamos sentados y cómo hemos organizado la sala. Lo haremos por parejas. Antes de comenzar, recuerden deben ponerse de acuerdo en un conjunto de aspectos. Piensen en cuál es la finalidad del plano que vamos a hacer, para qué debe servirnos. También deben analizar qué hay que saber y qué hay que saber hacer, si han entendido como medir los elementos, si saben cómo dibujarlo, si han hecho planos en alguna ocasión, etc.”.

1 comentario:

PORTAFOLIO VIRTUAL dijo...

Reflexión

En nuestra segunda clase presencial la profesora nos presentó los tres casos señalados anteriormente, en los tres casos los profesores pretenden que sus estudiantes realicen el plano de la sala de clases. Con nuestros compañeros debimos analizar los tres casos y señalar cual nos parece más adecuado para el logro mas significativo de los objetivos.

 En el caso de la escuela A, el profesor solo intenta que los estudiante reproduzcan lo mismo que él ha hecho en la pizarra, no sabemos cual es el objetivo de esta actividad, además el profesor se presenta aquí como un instructor y la enseñanza se centra en lo que el sabe.
 En el caso de la escuela B, la profesora hace participar un poco más a los estudiantes, para la construcción del plano, pero es ella quien entrega toda la información necesaria para que el objetivo se cumpla, la clase no se presenta significativa para los estudiantes.
 En la escuela C, la profesora media en el aprendizaje de sus estudiantes, los hace pensar, inferir, relacionar, reflexionar, acerca de cómo ellos podrían elaborar el plano de la sala de clases. Creemos que esta clase resulta más significativa para los chicos.

Esta actividad resultó muy interesante, estos ejemplos pueden hacernos reflexionar acerca de nuestras prácticas pedagógicas en clases, y en que tipo de profesor nos encasillamos o nos sentimos representados

Claudia y Rosita