miércoles, 26 de marzo de 2008

ii. MARTÍNEZ ESTAY ,ISABEL B. “Evaluación como mejora: Una Perspectiva de Cambio”

i. MARTÍNEZ ESTAY ,ISABEL B. “Evaluación como mejora: Una Perspectiva de Cambio”
En la perspectiva que se sostiene a continuación, la evaluación se entiende como acción comunicativa y se la concibe en un marco cooperativo en el que estudiantes y docentes se comprometen en la mejora de la enseñanza y el aprendizaje.

Si acotamos el concepto a la evaluación del aprendizaje se la considera:
a) como un proceso inescindible de la enseñanza
b) que, a través de los medios especialmente diseñados,
c) aporta información útil para la comprensión de la situación y
d) orienta la emisión de juicios y la toma de decisiones.

Comparemos esta caracterización con nuestro uso habitual de la evaluación en el nivel medio o en la universidad.
¿En la práctica docente del nivel medio o universitario, la evaluación es un proceso inmerso en la enseñanza, o una etapa que corta en un momento dado, la enseñanza?

a) Si éste es el rol asignado a la evaluación, evidentemente se la está concibiendo como una etapa que corta el proceso de enseñanza, un alto en la tarea de enseñar. Nuestra propuesta, en cambio, la concibe como parte de la enseñanza, por eso a nuestras cátedras, por ejemplo, se las hace evaluar por alumnos, para que aporten datos acerca de qué ideas va confirmando, reestructurando o transformando respecto de las explicitadas en la evaluación inicial, qué aspectos les resultaron positivos, y por qué; cuáles los considera negativos; qué suprimirían; qué agregarían, etc. Esta información se recoge y sobre ella se reflexiona a fin de decidir si es necesario o no introducir modificaciones en la enseñanza.
Sus aportes permiten evaluar desde el aprendizaje, son ellos los que suministran datos sobre sus construcciones mentales, su personal manera de articular sus esquemas previos al nuevo material de aprendizaje. De esta manera, se le posibilita a los alumnos hacerse consciente de la causa misma de una dificultad y todo el aprendizaje se transforma en un acto consciente y activo, incluso para modificar el propio pensamiento. Se va guiando al alumno de la heteroevaluación a la autoevaluación de sus propios procesos de aprendizaje, como forma explícita de aporte a su emancipación.

b) En la segunda fase de la definición, aparecen los medios con que se recaba información, es decir, los instrumentos de la evaluación. Se emplean tanto entrevistas como cuestionarios con escalas descriptivas; pruebas estructuradas o monografías e informes, etc. Pero siempre haciendo fuerte hincapié más que en la construcción de un instrumento, en la selección de múltiples medios adecuados para la búsqueda de la información que se requiere. Se intenta neutralizar la posibilidad de emitir juicios apresurados sobre información recogida en forma azarosa e incidental, a la vez que se descarta la “objetividad” lograda con sólo concentrarse en la elaboración de un único y preciso instrumento.


c) La recogida de información se transforma en un aspecto fundamental en el proceso de evaluar porque es la fuente de la comprensión de lo que sucede en el aula. No se la usa para calificar sino para comprender el proceso educativo. Tanto en la evaluación del aprendizaje como en la de la práctica curricular, la información que se recoge debe provenir de diversas fuentes (Ahumada, 1992)1.
Si nos circunscribimos ala evaluación del alumnos, también sería necesario recurrir a diversas fuentes para recabar información (orales, escritas, observacionales, etc.), siempre para comprender el proceso de aprendizaje y aportar ayuda contingente necesaria en la reconstrucción de los errores.

c)Finalmente, la definición adoptada señala que la información recabada orientará la emisión de juicios y toma de decisiones pedagógicas, aspectos que algunos especialistas consideran característico de las propuestas técnicas.
Se recoge información con una doble función. En primer lugar, para suministrar al alumno, a fin de que a partir de la toma de conciencia sobre los errores detectados pueda reconstruir las nociones y por eso hablamos del error constructivo.
La segunda función de la recogida de información es la de proveer datos al docente sobre su propia práctica para comprenderla, detectar los posibles obstáculos y reconsiderar aspectos que lo lleven a transformarla.

LOS ROLES DE LA EVALUACION SEGÚN LA CONCEPCION DEL DOCENTE

Retomamos el viejo concepto de Scriven, y llamamos evaluación formativa a aquella que nos brinda información sobre el proceso de aprendizaje y que necesariamente emplea la corrección minuciosa para detectar errores constructivos.


El sistema de evaluación ha provocado un aprendizaje concomitante, no perseguido expresamente: actitudes de respeto, tolerancia, solidaridad, y lo que es más, se han democratizado las relaciones sociales en el aula. Si los alumnos comienzan a percibir que sus aportes se leen, interesan o se los toma en cuenta, transforman su práctica de estudiantes. El sistema se incorpora con naturalidad a la tarea del aula.

1 comentario:

PORTAFOLIO VIRTUAL dijo...

Reflexiones

Los procesos de reforma que se han estado llevando a cabo en el ámbito educacional en los último años, dan cuenta del gran problema en que se encuentra el sistema educativo por satisfacer la demanda educativa de la sociedad actual. Las transformaciones que se espera n sean la clave para superar la crisis, van desde la gestión escolar hasta el ámbito netamente pedagógico y curricular.

La nueva mirada pedagógica, a diferencia de la anterior, pone énfasis en el protagonismo del alumno en sus procesos internos para lograr los aprendizajes y por ello, a la evaluación se la concibe también como un parte y estrategia imprescindible, permanente y sistemática durante todo el proceso.

La evaluación, por lo tanto, juega un papel dinamizador en las estrategias pedagógicas, relativas a las nuevas formas de enseñar y aprender. La finalidad de la evaluación recae en los procesos , como elemento para la toma de decisiones, como garante del ritmo de aprendizaje del alumno y como verificación de los avances y como instrumento que permite mejorar la intervención educativa de los docentes.

Cuando los profesores podamos hacer realidad todo lo anterior, no cabe duda que estaremos haciendo una contribución fundamental para lograr más y mejores aprendizajes significativos en nuestros alumnos y cumplir de este modo con nuestra tarea como educadores.


Rosita y Claudia